El guiso es un plato cocinado a fuego lento que optimiza la absorción de ciertos nutrientes.
Maximización de la absorción de carotenoides: el guiso suele contener tomates o zanahorias. Cocinarlo a fuego lento durante mucho tiempo con la adición de grasa aumenta significativamente la biodisponibilidad de los carotenoides liposolubles (provitamina A).
Control del acrilamida: Cocinar las patatas en líquido y a temperatura moderada minimiza la formación de acrilamida (a diferencia de freírlas).
Conservación de vitaminas: Las calabazas y otras verduras de hoja deben añadirse en una fase posterior del guisado para que no se cocinen en exceso y conserven parte de la vitamina C y el ácido fólico.
Facilitación de la digestión: El guisado prolongado ablanda la fibra de las verduras, lo que hace que el plato sea muy fácil de digerir.

